Duele saber que nunca vas a ver otra vez a esa persona, el volver a recrear momentos lejanos juntos, que no vas a volver a escuchar su voz nuevamente más que en videos o grabaciones...
Pero duele más el saber que nunca le conociste realmente, nunca llegaste a ser relevante para esa persona, y que ni sabía siquiera que existías, pero sigues aquí, sigues sufriendo por algo que tal vez olviden muchos en poco tiempo, sigues buscando el más mínimo recuerdo de lo que fue su existencia en la parte mala, para llorar, desahogarte, y en casos extremos, identificarte con el dolor que sintió, con todo lo que pasó y afrontó hasta que no pudo más y se dejó llevar, se liberó, y aún así, pensó en los demás hasta el último aliento.
Ya un año, y aún sigo sin creermelo, pensando en la posibilidad de que haya sido una mentira y sigas aquí entre nosotros, pero no, y esa idea sigue rondando y doliendo a día de hoy.
Pequeño ángel, gran ángel, dónde quiera que estés, si es que existe un paraíso más allá de ésta vida, solo espero que ahora ya tengas la felicidad que deseabas, la liberación que deseabas.
Todos te extrañamos y extrañaremos sin duda, y sé que no leerás ésto y muchos creerán que hago el ridículo, pero tengo una estaca clavada en el alma que quiere ser desenterrada en forma de palabras, y ésto es el resultado de mi estaca.
[Escribo ésto aquí, anónimamente, ya que no podría poner en una red social muy poblada por la cobardía que me persigue, además de que sé que casi nadie verá ésto y eso me alivia]
