Conjeturas ancestrales brillaban en la superficie desconocida de los astros.

Magníficas. Simples. Conjeturas al fin y al cabo.


Mártires siendo martirizados. 
Lechos siendo profanados.
Hachas siendo hachas.


Espero con total impaciencia seros de agrado. 
Historias inacabables, otras en cambio que terminan como un suspiro.
¿Románticas, históricas? 
Ambas.

Deslízate pues como una lágrima en la más suave de las pieles sobre mi silenciosa cuenta, y descubrirás con suma elegancia la ilusión y el trabajo de una joven soñadora.

Que no ha parado de soñar.