Y se acaba el año.
Sé que prometí muchas cosas que no cumplí, como actualizar, por ejemplo. Y tambien ha sido un año de autodescubrimientos y de tomar decisiones y retos. Me gusta mi trabajo todo lo que he aprendido, las responsabilidades y todo lo que se viene.
Lo que implica que tengo menos tiempo para todo incluyendo la escritura porque después del trabajo lo único que quiero es dormir. Es tan demandante que temrino muy cansada y duermo en el auto bus. No quiere decir que haya dejado de escribir porque entre intervalos de proyectos y lapsus brutus de las agotadoras jornadas, se me han ocurrido ideas, ideas e ideas que no he dejado escapar y las he plasmado donde he podido. Sinn embargo, son una masa de notas por aquí y por allí que espero ordenar.
Escribo poco a poco, por eso ninguna actulización en este periodo. Pero ahí voy, despacio.
Todo saldrá cuando tenga que salir... fluirá a su ritmo. Por eso, el día menos pensado tendremos algo, el neuvo año pinta bien, FABULOSO. Porque no espero que la felicidad de alcance, crearé mi propia felicidad. Ven 2020, te espero con miedo pero con ansias.