Tiene muchísimo que no me paso formalmente por acá.
El 2024 fue un año muy ajetreado para mi, comenzando con que recibí un diagnóstico que prácticamente me tuvo dopada todo el año, jajaja, laboralmente explotada (a decisión propia) y una especie extraña de reconstrucción en la forma en la que decido vivir cada día.
Honestamente escribir fue en lo que menos pensé porque ya pensaba demasiado todas las noches y hubo ratos en los que sentí que todo era más de lo que podía soportar.
También, paso un periodo en el que siento que no tengo el suficiente talento o probablemente valor para terminar mis historias y sentirme lo suficientemente plenas con ellas.
Como tal, escribir de forma constante es algo que he dejado y que me hace temer el venir a entregar algo por lo cual ustedes han esperado tanto y que capaz no sea de su agrado, no cuando sé que hay tanto talento y potencial allá afuera.
Es… raro, y no lo sé. Leo mis borradores y me pregunto si seré capaz de hacerlo.
Necesito organizarme (no solo en esto, en muchos aspectos de mi vida), pero solo tal vez me anime a actualizar de vez en cuando y salir huyendo en el momento (por si deciden que algo no les gustó).
Supongo que una parte de mí está en la espera del arranque creativo y el despertar de una confianza que he perdido con el paso de los días, o de algún modo ya habría desinstalado esto hace mucho tiempo, así que ya veremos.
Deseo que su 2025 esté lleno de bondad, salud, paz y amor para ustedes y todos sus seres queridos.
Un abrazo enorme.