—El demonio tridimensional apareció en el ambiente, dejando todo congelado y a escala de grises, confiado se acercó a la persona, esta vez; después de mucho tiempo el notorio glitch en una de sus esquinas era cubierto por unas pequeñas curitas.—
—¡Hjjmm!—carraspeó, acomodando su moño, observó con curiosidad en donde había aparecido—¡Oh, gusto en conocerte! ¿Qué te trae por aquí?
—No pareció querer iniciar una conversación, indicando que tenía prisa. Sólo se esfumó, dejando un puñado de dientes de venado—