—Te amo. —Soltó en un susurro.
—¿Tú me amas? —Me miró fijamente a los ojos antes de centrar su mirada en mis labios. —Pensé que habíamos decidido no enamorarnos para que ninguno de los dos saliera lastimado si el otro no podía corresponderle como el otro quisiera. Somos amigos. Yo no quiero perderte ni mucho menos lastimarte tan profundamente que no puedas ni siquiera verme a los ojos de nuevo, esto no es correcto, nosotros no podemos.
—He visto cómo me miras todos los días, esa no es una forma en la que te mira una amiga. —Dejó de acariciar mi cabello para pasar esa mano a mi rostro y así acercarme más al suyo haciendo que nuestros labios se rozaran. —No puedo ser solo tu amigo. Me enamoré de ti, me gustaste desde la primera vez que te vi y me terminó de envolver tu personalidad, esa que admiro tanto porque ayudas mucho a los demás y aunque las personas te han lastimado tanto, tú no has cambiado y sigues preocupándote por los demás.
—¿Crees que no he intentado dejar de amarte? Sí, lo he hecho una y otra vez, por más que lo intente e intente, no puedo sacarte de mi cabeza ni de mi corazón. Te adueñaste de ellos desde el primer día y te aseguro que nadie va a poder ocupar tu lugar y no quiero que lo hagan porque yo te amo a ti, solo a ti y a nadie más que a ti. Desde que te conocí no he podido mirar a otra chica, a ti es a la única que veo y a la que siempre veré, estemos juntos o no.
Él es tan lindo y sincero que no sé porque siento que vamos a lastimarnos mutuamente por eso me trato de alejar de él, pero no puedo por más que lo intente y sé que aunque suene egoísta siempre terminamos así por parte de los dos.
—No te estoy pidiendo nada a cambio ni mucho menos presionando, pero oh ángel mío, si tan solo te vieras como yo te veo, entenderías porqué te amo.
*Les dejo este pequeño adelanto de un capítulo de los que se aproximan. En cuanto tenga tiempo libre de la universidad y el trabajo, podrán leerlo solo les pido un poco de paciencia. Tengan una linda noche♥