—Deberas Mamá, Bluey y yo no estábamos haciendo nada malo —confeso Mackenzie a su madre.
—Mackenzie, algo paso. —dudo su madre—. Porque desde que esa Golden Retriever llegó Bandit no dejaba de echar chispas.
La madre tomo de un nombro a su hijo para así conversar mejor con él.
—Por favor hijo, no mientas, dime la verdad, toda la verdad.
El amor se ve en peligro...
—Ese infeliz solo estaba buscando un pretexto para perjudicarnos y ya lo tiene. ¿Te das cuenta Mackenzie?
—Si papá.
—Hijo estas en edad de entender que hay cosas que son imposibles y óyeme bien. Es hora que te hagas a la idea de que entre Bluey y tú hay una gran distancia que ni Dios padre podría cortar —dijo su padre.
—Cariño, ella es una Blue Heleer y tú un Border Collie, que no se te olvide nunca —continuo su madre.
—¿Eso que tiene que ver?
—Tiene que ver todo.
Y yo no podre hacer nada para salvarlo...
—MACKENZIE NO TE VAYAS —lloró Bluey viendo el avión despegar por los cielos con destino a Puerto Vallarta—. Mackenzie...
Mientras tanto, en en el avión, Mackenzie juro volver para destruir al Socio de Bandit.
Diciembre 2025