@poeta_escritora
El invierno llegó como de costumbre,
él me dijo que el café me volvía adicta,
que debería dormir más, que era demasiado tarde.
Llevaba una maleta, junto a una chocolatina.
Me miró de pies a cabeza con un brillo en los ojos,
llevaba la ropa empapada por la llovizna mañanera,
al sentir el calor de la estufa solo sonrió,
y una taza de chocolate esperaba en la mesa del comedor,
una muda de ropa.
Ambos sonreímos, es mi amigo, y solo dije:
-Quédate aquí, abrigate, cuéntame y hablemos-.
Las horas pasan volando, por primera vez
no me quiero despedir de esta sensación tan cálida.
Llevamos días bastante confusos y algo atareados,
solo me recuerdas lo bonito de la amistad.
Tú junto a mí en pleno invierno, abrazados,
te sientes tan cálido como una taza de café,
y miramos programas viejos.
Tú quédate hasta que el invierno acabe
y empieza la primavera junto a mí,
y también la siguiente estación,
no te enamores de nadie más.