...Y fue tan duro todo lo que sucedió, que al quedarme solo y sin amparo, por las noches, cuando todo y todos dormían, huía en mi teléfono a las fotografías de los libros que había tomado desde la biblioteca. Escudriñaba en ellos sabiduría, al final descubrí que lo que había comenzado como una terapia contra el "insomnio",  resultó ser una torre en la que vislumbraba algo más que conocimientos.  Fue entonces la literatura, una amiga fiel, el lienzo donde las palabras se convertían en imágenes.  Un día, al no encontrar las historias que deseaba, me dí a la tarea de inventarlas yo... Bienvenidos pues, a esta parte de mi mundo.