"El escritor de verdad, atrapado en su vocación de infelicidad, sabe que lo más importante es escribir, aunque se autodestruya. Desea seguir escribiendo aun cuando la derrota esté cantada. Tal vez nunca sea el mejor, pero querrá escribir como si ya lo fuese.[...] En la vida, cualquier posibilidad de alcanzar la solución a un problema complejo pasa a menudo por seguir al pie de la letra unas instrucciones que ni siquiera existen.[...] Es grato pensar, sin embargo, que si lo arrojas todo por la borda, y escribes como si paseases por la cornisa de un noveno piso, un día ventoso, al final tendrás un libro único, y durante un segundo, aunque sólo sea en tu cabeza, serás el mejor escritor del mundo." - Juan Tallón.