la mujer que ahora poseía unos intensos ojos ambarinos se encontraba caminando perdida por la vida mientras limpiaba su boca, pues recientemente había saciado su actual necesidad de sangre al haber atrapado a un conejo que estaba corriendo por ahí, pues sí, al transformarse en vampiro había tomado el hábito de los cullen, su familia actualmente, consumir sangre de animales para no dañar a seres humanos. cuando terminó de limpiarse, había encontrado a alguien, quizás ese extraño podría ayudarle a saber dónde estaban sus seres queridos... o no, ¿ quién sabe ?
          
          — uhm, hola, disculpa. — llama al contrario. — ¿ no has visto por algún lado a mi esposo e hija ? — dicho eso, enseña una foto donde salían un hombre alto, pálido y de ojos ambar como ella, y una niña de largo cabello ondulado y ojos oscuros. — se llaman renesmee y edward... agradecería que me dijeses si los viste... — suspira.