Hoy por primera vez alguien de mi entorno leyó YGTT y me morí de vergüenza (ahí el porque puede que les haya aparecido que publiqué la historia después de borrarla). Efectivamente da pena ajena, pero bueno, ya no me siento identificada con el contenido de esa abominación.
La vergüenza que sentí me mareo y todo, pero como quiero mucho a esos dos cabrones que la leyeron en voz alta contra mi voluntad, no me siento tan insegura. La volví a publicar.