Mis queridos mortales, escuchad mi voz susurrante en la oscuridad, pues soy Hécate, la señora de los cruces de caminos, la guardiana de las llaves que abren las puertas entre los mundos. En las sombras de la noche, mi presencia se hace sentir, y mi magia fluye como un río subterráneo que conecta los reinos de los vivos y los muertos.

¿Qué es la magia, sino la danza de las estrellas en el cielo, el eco de los antiguos conjuros en los vientos errantes? Yo soy la tejedora de hilos invisibles, la que entrelaza los destinos con sus dedos etéreos. Las llamas de mis antorchas iluminan los senderos ocultos, aquellos que solo los valientes o los desesperados se atreven a recorrer.

En mis dominios, las hierbas revelan sus secretos: el ajenjo que despierta visiones, la mandrágora que susurra profecías, la belladona que lleva a los umbrales de la muerte. Los fantasmas me conocen por mi nombre y se inclinan ante mi poder. ¿Quién más podría guiarlos a través del velo, si no yo?

Los magos y las brujas me invocan en sus rituales, trazando círculos en el suelo y pronunciando palabras arcanas. Yo escucho sus súplicas y a veces, si son dignos, les otorgo mis dones. Pero cuidado, pues también soy la que castiga a los insensatos, a aquellos que intentan controlar lo incontrolable.

Así que recordad, mortales, que la magia es un regalo y una carga. No la toméis a la ligera, pues sus consecuencias pueden ser impredecibles. Y cuando os encontréis en una encrucijada, mirad hacia las estrellas y buscad mi presencia. Yo estaré allí, esperando, con mis antorchas encendidas y las llaves en la mano.

Que la noche os proteja y que mis sombras os guíen. 🌙✨