Sueño con muchas cosas, con los ojos abiertos y cerrados.
Sueño con muchas personas, que están o que se fueron.
Sueño tanto que la vida se pasa entre suspiros.
Suspiros únicos, distintos y muy míos.
Suspiros que me llevan a lágrimas y risas.
Suspiros que me hacen conocer la magia de la vida.
Una magia diferente a la de los cuentos, eso sí.
Una magia que me envuelve, como en un abrazo, y me hace sentir.
Pero sentir de verdad.
Sentir que soñar es la magia de hacerme sentir que estoy vivo, si puedo soñar puedo existir, si hay un espacio para soñar existe también un camino para cumplirlos.
Eso es soñar, eso es vivir, eso es exactamente sentir.