Aun con mis trece años llevaba ese abultado y sonoro pañal entre mis piernas. Cada paso que daba iba sonando. Aquella noche de verano vendria a quedarse en casa Laura, la hija de unos amigos de mis padres. Ella no sabia que aun usaba pañales, por lo que estaba muy nervioso, era una chica que me parecia muy guapa, tenia diecisiete años, cuatro mas que yo.
Habia llegado la noche y Laura ya habia dejado sus cosas en mi cuarto. Me habian dicho que tenia que darme el baño antes de ir a cenar, cuando llegué a la bañera, por fuera habia un pañal doblado, me quedé quieto pero reaccioné rapido y lo escondí. Sali de la ducha y me puse el pijama. Fui a cenar como cada noche y me senté junto a Laura. Mi familia habia notado que no llevaba el pañal ya que no me abultaba. "Pequeño, ven, tenemos que tomar las mismas precauciones que todas las noches, vamos a tu cuarto" ¿Que precauciones? Preguntó Laura. Me puse a llorar, y decir que no queria, que era mayor. Bueno, tranquilo, pero es que los niños grandes no se hacen pipí, por eso llevas pañal. Laura se quedó sorprendida... llevas pañal? Me preguntó, segui llorando. Laura me cogio de la mano y me dijo, ven, vamos a ponerte el pañal, bebe