Durante un tiempo viví aventuras muy excitantes que no puedo contar a nadie de mis conocidos. ¿Pero qué tal si lo hago de forma anónima? Por aquí dejaré muchas de mis EXPERIENCIAS SEXUALES, algunas de las cuales aún ansío poder repetir.
Todo lo que van a leer aquí fueron situaciones reales que experimenté en distintos momentos de mi vida. No serán contadas en forma lineal, y en lo posible, evitaré contar detalles que pudieran exponer a otras personas y lugares.
Sí haré mención de espacios que ya no existen, en el caso de aquellos que ya no se encuentran en funcionamiento pero de aquellos que tenga conocimiento que en la actualidad aún están de pie, no daré datos que pudieran acercar a los inescrupulosos a indagar en lugares que no les pertenecen.
Deben saber además que utilizaré LENGUAJE EXPLÍCITO y en algunos casos hasta vulgar pero que creo que acrecientan más mi forma de pensar cuando estoy nublado por el humo de la excitación y el erotismo.
Las noches en las ciudades están llenas de lugares muy exóticos, llenos de perversiones y actividades de las mas interesantes. 
Hombres que disfrutan ser humillados, mujeres que se recuestan a dejarse utilizar por todos los hombres posibles mientras sus maridos observan, hombres casados llenos de fantasías sin cumplir o represiones que necesitan expulsar. 
Una vez que entras a ese mundo, todo cambia. Los lugares se ven distintos, los espacios se convierten en oportunidades, las puertas se hacen más visibles.
Entrás bajo tu riesgo, aceptás el código, las convenciones establecidas. Aceptas los silencios, "si te vi, no te recuerdo", es el lema principal.
Una vez decidí entrar en este mundo y ya nunca pude salir. Pero no te confundas, jamás disfruté tanto de mi vida como cuando descubrí todo esto. Espero que al leer mis anécdotas, puedas vivir a través de mí un poco de todo esto.
Es mi adicción, es mi placer.
Y estas, son mis historias húmedas.