⇢ . . . .No deseo para nada tener que llegar a tarde ante a dar bienvenidas a los nuevos, más sin embargo se detuvo en una de las cafetería de ese lugar tan extraño y nuevo para él, el hermoso muchacho deleitaba aquel té que estaba tomando, junto con un trozo de cheescake de fresa, sus ojos se cerraron y una exclamación de emoción no pudo evitar soltar al probar tal bocadillo, parecía que en algún momento soltaria brillitos de entusiasmo y deleite. Más sin embargo, su alegría no duró mucho, una vez observo el reloj en la pared de ese local casi se ahogaba con su comida, abrió los ojos con sorpresa y se apresuró a comer lo que le faltaba, bebió lo último que le quedaba a su té de golpe, se había quemado un poco la lengua pero eso no era importante.
Vanitas salió apresurado de la cafetería, no sin antes haber pagado, sus ropas y cabello se movían con el viento, más por el hecho de que estaba corriendo que por otra cosa, a veces dirigía su mirada a todas las demás personas y se sentía extraño al ser el único con ropas diferentes, todos los demás parecían modernos comparado a el. De igual forma, no les tomo importancia y continuó corriendo, ante su distracción, terminó chocando con alguien, el joven soltó un grito ante el golpe y cayó al suelo de forma exagerada. Levanto la mirada enojado dispuesto a encarar a la otra persona aunque haya sido culpa suya. Grande su sorpresa al notar que era a quien había estado buscando.
─────¡lo lamento mucho! No estaba mirando por dónde iba ─────se disculpo, apenado, levantandose de suelo rápidamente y extendiendole una mano a su contrario para ayudarle─────...uff, vaya forma de conocernos. En fin, seas bienvenido a este lugar, no se lo que es así que no me preguntes al respecto ─────sacudió el polvo de sus ropajes poco después─────, mi nombre es Vanitas, un gusto ¿usted quien es?