en dado caso puede que entonces sí te podría hacer piojito, here I go. /su aproximación al más alto se basó en una rápida carrera que le sirvió de impulso en su próxima acción: brincó directamente a los brazos del distraído azabache, quien fue su pilar de estabilidad cuando enroscó ambos brazos en su nuca, de esa forma sirviéndole de imán para que tomara territorio en su pecho, posando la barbilla sobre sus cabellos mientras hundía los dedos con parsimonia en su cabellera, haciéndole el famoso piojito junto besitos sonoros sobre su sien, abrazándole además con emoción clara.