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／ sentía sus mejillas arder por esa dulce mirada que le daba su chico. una sincera y dulce sonrisa se formaba en sus cerezos, los cuáles fueron besados por esos belfos que poseía Heiwa. Sus palabras llenaban de calidez el hielo de su ser, haciéndole saber que todas las promesas que emanaban entre ambos, se cumplirían. 
            
            Brillas tan hermoso como el sol de media mañana, y la luna en la oscura noche. Eres luz, eres todo lo que necesito y-y... Y a quien amo. ／ sus labios chocaron de nuevo con los impropios, dulce beso como ese inocente y pulcro amor.

Aunque eso sea prácticamente improbable, no deseo perderte nunca, Hei. Tú eres mi felicidad, mi calma y mi lugar seguro. No lo dudes. ／ suave risa acompañaba a sus palabras; se veía tan tierno mostrando su comodidad en esos ronroneos. 
            
            Tendremos todo lo que soñamos, y viviremos en un mundo en donde reine la paz y el amor. Pienso luchar por ello para brindarte la mejor vida que, un ángel como tú, merece. Es una promesa d-de amor, Hei.

／ una risa se hizo presente entre ambos, proveniente de la albina. Sus dedos dejaban suaves caricias en el cabello de Heiwa, acompañado por pequeños besos que dejaba en su frente. 
            
            Yo te adoro muchísimo más, Hei. Pienso protegerte, así sea lo último que haga. Mi camino ninja es verte feliz, incluso si debo volver a mis principios shinobis para ello. No deseo perderte. ／ los luceros celestes de Yahi brillaban con fulgor, aunque aún seguían teniendo presentes ese deje de tristeza.

／ ni siquiera pudo decir algo cuando, de improvisto, Heiwa la había lanzado por los aires. se aferró a él cuando la sostuvo en sus brazos, abriendo rápidamente sus ojos que anteriormente tenía cerrados. 
            
            ¡HEI, HEI! ¿Dónde te hiciste daño? Debes tener más cuidado, puedes romperte algún hueso. ／ tomó su rostro con preocupación, terminando por sonreír. sus pulgares dejaban suaves caricias en la tez del muchacho. 
            
            La que debe estar agradecida soy yo, Heiwa. Entre tantas personas, ser yo tu elegida debe ser una bendición de Kami. Me llenas el corazón de felicidad y amor, lo prometo. ／ dejó un corto beso en sus labios, aferrando sus brazos a él.

／ una sonrisa se hizo presente en los labios de la fémina una vez se separaron. la vergüenza se hacía presente en ella, desviando por segundos su mirada para así evitar su rubor. 
            escucharlo solo provocó su más dulce risa; definitivamente era una auténtica ternura.
            
            No pidas disculpas, ¿sí? M-me gustó mucho y yo también he querido besarte. ／ tomó esa carita entre sus manos, depositando un casto beso en los labios de Heiwa. posteriormente, se dedicó a dejar pequeños ósculos en su nariz y pómulos, terminando de nuevo en el lugar dónde empezó, mas sin besarlo. 
            
            Sí somos novios, a partir de hoy lo seremos. Cl-claro, si eso es lo que te gustaría. ¡A mí me encantaría! Te quiero mucho, Hei. 

...¿Tu qué? ／ cuestionó, ligeramente confundida. su rostro volvía a estar completamente enrojecido, contrastando con el blanquecino tono de sus cabellos. 
            
            ¿Un lugar en dónde cumplir nuestros sueños? ／ preguntó, más calmada que hacía minutos atrás. sus luceros lapislázulis le daban una tierna y tímida mirada, nada que ver a esa rudeza que ostentaba con cualquier otra persona. 
            
            ¿Qué piensas hacer, Heiwa? ／ alzó una ceja, sorprendiéndose al sentir esos suaves labios sobre los suyos. sus ojos acabaron cerrados, disfrutando de esa sensación tan mágica del primer, y algo torpe, beso para ambos.

No quiero que te involucres en nada, ¿sí? Me sentiría miserable si alguien te hace daño. ／ tomar mejillas, dándole una suplicante mirada.   Sentémonos, necesito concentrar bien mi chakra. 

Podría arrancarme los ojos, es algo típico entre los Uchiha. ／ pequeña risa, se aferra al muchacho cuando la alza. ocultar su rostro ligeramente enrojecido.  No creo que el jutsu pueda hacer paletas, Hei. Puedo intentarlo. 

Sería matar a su sobrina, no creo. Tampoco me importa si me termina matando, siendo honesta. ／ aferrarse al contrario cuando ambos caen al suelo.  ¡OYE! Menudo ataque gratuito. Está bien, sonreiré para ti.