Me considero un escritor accidental: a veces las ideas se entrometen en mi cotidianidad y no resuelvo nada mejor que sentarme a escribir. Tengo mis rachas; puedo pasar tres días enteros escribiendo como meses procurando hallar inspiración en cualquier rincón de una hoja de papel.  
También disfruto de leer otros contenidos. Hay algo muy interesante en esto de abrir la mente a nuevas experiencias...