Te sigo amando como el primer día y te sigo extrañando como el último adios.
Aspiro tu felicidad y éxito, como sé que tu deseas el mío.
Sos la persona más especial que conocí y estoy seguro que llegaré a conocer.
Sonrió recordándote, y agradezco haberte conocido, me enseñaste a ser una mejor persona y a revelarme contra aquello que si merece la pena defender.
Gracias por haberme soportado y te pido perdón porque hayas tenido que llevarte la peor parte.
Lamento haberme despedido así, pero me resultaba difícil dejarte ir, así que lo hice como pude; Sé que esto no es excusa pero no me encontraba en mi mejor momento y decidí que alejarme y darte espacio era la mejor opción.
Esto no es un Hola, ni mucho menos un Adiós para siempre, si no mas bien el hasta luego que te merecías.
Te deseo lo mejor y una buena vida.
Los poetas residen en Argentina y tienen nombre de dios griego, digo yo.