Las hojas caían suavemente, tiñendo el suelo de colores cálidos. Wanda caminaba despacio, sus ligeros pasos, pero en su expresión se percibía una carga de emociones contenida, un reflejo de todo lo vivido, al levantar la vista, lo vio allí, las palabras quedaron atoradas en su garganta sintiendo como quemaban, aguardo un par de minutos antes de hablar.
— ¿Vis?....pensé que nunca volvería a verte... pero, al mismo tiempo, te he encontrado en cada pequeño rincón donde me atreví a recordar.
Hizo una pausa, su voz estaba quebrada, pero firme, se acercó, sus manos temblando levemente, como si el pasado estuviera demasiado presente.