Hace ratito me sentía muy mal, mis tareas se me están acumulando y pensé, ¿Pará qué hago esto? ¿Esto tiene sentido? Por lo que me senté en mi sillón intentando descansar por primera vez en el día, me sentía mal, derrotada, pero, mi pequeña gatita salto y se sentí encima de mis piernas, me miró con los ojitos más hermosos que pude haber visto y sentí, que lo que me quiso decir esa mirada fue: "No te rindas, sigue adelante, no te des por vencida tan fácilmente".
Y aquí estoy, en la batalla, por que no quiero perder.