No era el más ruidoso, ni el más buscado, pero cuando entraba en una habitación, el aire cambiaba. Su mirada era intensa, como si pudiera leerte sin tocarte, como si supiera cosas que ni tú sabías de ti misma. No buscaba atención, pero terminaba siendo el centro de todas tus preguntas. Había algo en él… una forma de moverse, de hablar bajo, de guardar sus pensamientos como si fueran demasiado preciosos —o peligrosos— para compartir. Y sin embargo, cuando te miraba, el mundo parecía detenerse. No sabías si era el principio de algo hermoso o el tipo de amor que deja marcas, pero ya era tarde para huir. Habías caído. Y sabías que, detrás de sus ojos, se escondía todo lo que juraste no volver a sentir.
Behind his eyes — Jenna Ortega X Male OC