Sé que me comporto como un niño...
Quizás porque nunca gocé la infancia
o la violencia usurpó el cariño
donde siempre reinó con tolerancia...
Y casi ya dos décadas de eficacia,
voraz escaramuza ante terceros
que por muerto me dieron ¡Gran malicia!
Pues aún brillo y estoy entre los primeros!
¡Espero que se ahoguen en su ego,
no hay perdón mío a esclavos del dinero!