— ¿Qué... Qué dijiste? — murmuró Max con una voz baja y peligrosa, cargada de veneno. Su presencia se volvió sofocante mientras daba un paso hacia él.
— te estoy diciendo que Sergio solo te utilizó, que- — comenzó *****, pero Max lo cortó bruscamente.
— no. Lo otro — Max dio un paso hacia él, su postura cambiando sutilmente. — dijiste que 'tuvieron que llevárselo'. ¿Cómo sabes que se lo llevaron? — su voz se volvió más dura con cada palabra — tú no estabas ahí.
***** retrocedió instintivamente, dándose cuenta demasiado tarde de su error. El color abandonó su rostro mientras Max continuaba avanzando lentamente hacia él, sus ojos dorados clavados en ***** con una intensidad depredadora. Ya no había dolor en su mirada, solo frialdad.
— ¿Qué...?
— dije que cómo sabías esos detalles — repitió Max, su voz peligrosamente suave — se supone que estabas en el lago ese día. Lo mencionaste varias veces... Que lamentabas no haber estado ahí para ayudar.
***** abrió la boca pero ningún sonido salió. Max continuó acercándose.
— y lo más interesante... ¿Cómo sabías que era su padre? Sergio nunca lo mencionaba. Era un secreto que solo conocíamos las personas cercanas a él— Max se detuvo a centímetros **** quien ahora estaba presionado contra la pared — tú y él apenas se hablaban. Decías que no te agradaba.
SE VIENEEEEEEE Ando en detalles. Proximamente