𝕀𝕟𝕜 𝕄𝕪𝕖𝕓𝕚

"No fue tu culpa.
          Que asumieran cosas de ti, que pudieran confundirte. Que tus comportamientos y palabras fueran malentendidos, y por ello los problemas te llovieran a ti.
          
          Tampoco el final al que fuiste dirigido. Me he de disculpar, pues esta no fue decisión tuya, sino mía. No eres una mala persona, para nada.
          
          Lamento haber sido tan terrible contigo. Te respeto y amo, prometo, a partir de ahora, siempre apoyarte a ti, por sobre al resto."
          
          La carta sin remitente fue hallada pegada a uno de sus murales sin usar, no tenía idea de cuánto tiempo había estado esperándolo, ni de como había aparecido.
          
          Así, como tampoco se imaginaba su contexto, levanto ambos hombros, con su imborrable sonrisa de acompañante. Era un bonito detalle, de todos modos. Aún sin entender el porqué, muy dentro suyo, algo se sintió finalmente finalizado.

En su recorrido por la esfera, se topó de lleno con la mejor parte de esta, aquella que antes había hallado vacía y en total blanco, prácticamente nueva. Con espacio abierto, y una perfecta iluminación.
          
          Ahora tenía un montón de pinturas más, y sus respectivos adornos, como su árbol navideño, ¡Era su zona favorita! ¿Lo había mencionado ya? Estar ahí le refrescaba, cada vez, permitiéndole perderse entre pensamientos y lienzos.
          
          Suspiró, con una sonrisa ligera. Aún no comprendía cómo no pudo descubrirla u ocuparla hasta hace relativamente poco, según él. Siguió con su camino, aún así. Aquél día, la fiesta se llevaría a cabo ahí, a fin de cuentas, ¡No podía esperar!

Un esqueleto de pómulos coloridos daba vueltas por su esfera, literalmente, vueltas. Estaba alegre, conocida por los humanos, para entonces, era nochebuena, tan sólo a pocas horas antes de navidad.
          
          Él, amando las festividades y su espíritu, por supuesto que lo iba a celebrar, a su manera, si es que Swap, Love y Dream no estaban disponibles, bien podía pasarla, también, con su buen amigo, Cross.
          
          Más que un amigo aún, era un conocido para él. Pero, ¿Qué más daba? Se agradaban mutuamente, seguía sus juegos y parecían tener un IQ parecido, ¡Perfectamente compatibles!
          
          Probablememte, resultaran siendo mejores amigos dentro de poco.
          
          ¡Ese no era el tema del día! Todo estaba preparado, y él aún tenía energía de sobra, ¡Nada podría arruinar ese día! ¡Nada! Estaba seguro, ni siquiera había que desearlo.

¿Cuántas veces se tiene que decir lo mismo para que a alguien se le quede en la cabeza? Mhn, quizá Ink sepa de eso.

Pffft, ¡Muy bien! Pero repito, todo se lo quitaron a la hora de la reprogramación, lo único que quedó fue, quizá, su bufanda celeste. Aparte de ello, el museo, los regalos, las pinturas, e incluso su bufanda marrón fueron removidos, no puedes llevarte algo que ya no está, ¡Sorry, pal!

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          La pintura de los botes se alza, manifestando a un alegre esqueleto de pupilas multicolores poco más tarde. Riendo, como si nada le preocupara, con los colores del arcoríris en su rostro y una sonrisa tan brillante como las estrellas de sus cuencas.
          
          ¡Esfera, dulce Esfera! No estaba ahí hacía meses, no pudiendo soportar el encierro de la pandemia humana, su necesidad por diversión y contacto hizo más, tampoco era como si hubiera extrañado el sentimiento de soledad que acompañaba a su refugio, sino más bien un recuerdo fugaz de que existía siquiera un lugar en dónde relajarse sin la presión de ser visto.
          
          Sin embargo, recién al llevar las cuencas al centro, se soltó una exclamación silenciosa de asombro. ¿Qué había ocurrido? Era todo un desorden, sus paredes y pertenencias coloridas ahora parecían carbón, o hasta tan frágiles que quizá terminarían desintegrándose si las tocaba.
          
          Parecía un huracán, pestañeó, confundido, pensó que nadie más tendría acceso a tal lugar. A parte de aquél extraño suceso, no le sorprendía, cosas como esas pasan, quizá no a él, pero sí a seguido por lo que entendía, ¡Minecraft sabía muy bien de eso, por ejemplo!
          
          Devolvió su sonrisa desenfadada y se encogió de hombros, no debía ser nada. Sólo faltaría limpiar, pintar y retocar, ¡Sería como una remodelación! ¿Qué de malo había en una?
          
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꧁}}  JAJAJA, ¿SEGUÍA PENSANDO EN INK EN FEBRERO 14?

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          Una brecha fue abierta en la doodlesphere, misma que anteriormente andaba descuidada finalmente relucía brillo, libre de cada pista ajena al guardián.
          
          Ink, aún un tanto distraído de la "realidad" ponía un pie luego del otro, entrando a ese, su "hogar", ignorando que la ruptura de espacio-tiempo se enmendaba rápidamente detrás de él.
          
          Segundos más tarde, recién despertaba de su aturdimiento, ¿Qué había estado haciendo? Bueno, si no lo recordaba, no era importante. Probablemente sólo regresaba de revisar las AU, ¿O recién comenzaría? ¡Ese ambiente relajado y fresco sí que lo hacían dudar!
          
          Aunque la responsabilidad llamaba, no le atribuía mucha importancia, después de todo, ¡No es como si el multiverso colapsara por unas horas de ausencia, o alguien ahí afuera tuviera el poder de borrarlo de un chasquido!
          
          Así, sólo se dedicó a disfrutar de su momento de paz, con sus pinturas y grandes pancartas. Suspiró con una sonrisa, aquello se sentía como si no hubiera disfrutado genuinamente de su pasión hacía mucho, mucho tiempo.
          
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          ─¿Llegó ya a su destino?
          
          ─Paquete envíado correctamente, ─Sacudió sus manos, un joven esqueleto de ropajes claros y bufanda celeste.─ ¡Con un asistente como yo, no habría de qué preocuparse!
          
          ─Perfecto, gracias, Crown. Ya puedes retirarte.
          
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Ink, ven acá. Ya es hora de hacerte unos ajustes.

— ¿Pálido?.
          
          El guardián apareció en la esfera de garabatos correspondiente al Ink de bufanda tono celeste, hacía mucho que no lo veía, ¿Por qué no ir a darle una pequeña visita para ver su estado?.
          
          — ¿Estás aquí?.