Al leer historias o al escribirlas me dí cuenta de que para escribir , no hay que escribir como un profesional , si no de ir lo que piensas que cada personaje , como si te desaogaras con alguien , pero ese alguien no existiera y fuera un personaje hecho y derecho.
Con eso los escritores demostramos que somos gente alocada , con una inspiración que nunca que nunca se acaba y siempre seríamos eso , unos locos que no tienen otra manera de desahogarse que creando un mundo ficticio donde te lo pasas bien , donde nada puede destrozar lo a no ser que tu lo decidas , ya que es tu historia y nadie podrá arruinarla.