Isabela

El miedo constante de perderme a mi misma esta siempre, y lo acompaña la sensación de no poder ayudarme pues empiezo a sentir la necesidad de pedir ayuda, pero no cedo a ella, porque no  sé como, no sé como pedir ayuda, no sé hacerlo porque nunca lo había hecho, y no sé hacerlo porque pedir ayuda es para los débiles para aquellos que no pueden ni con ellos mismos, pero un secreto que no sabía era que nadie puede consigo mismo.

-¿que tal estuvo tu día?
          
          me pregunto, con ese tono que siempre a usado desde que nos conocemos; un tono cordial y formal, un tono tan agradable pero a la vez tan desesperante, pues las dos sabíamos perfectamente a donde nos llevaría ese saludo.
          
          - bien... como siempre- le conteste con simpleza, quitando le importancia como solía hacerlo, cinicamente.Ya que sabia perfectamente que esta conversación no terminaría en ese simple "bien"
          
          -¿como iniciaste el día de hoy?
          
          
          
          
          
          
          Tenía esto guardado, pero no tengo ni idea de a que estaba intentando llegar.

ola, me caes bn