Inicio el capítulo 4 de esta historia ecléctica. Historia, que no novela, Porque no es otra cosa que una colección de ejercicios con cierta apariencia de continuidad. Digamos que trato de experimentar con distintas ideas, formas y estilos en cada entrega. Oye, si a Joyce le funcionó, ¿por qué no a mi?
¡Eh! No contestes, era solo una pregunta retórica. Aparte de que no estoy preparado para tus respuestas...
En este caso introduzco una nueva visión para describir una escena, cambio el estilo del narrador, ahora más personal, buscando una comunicación más directa con el lector y finalmente, bueno, tenía un stock importante de puntos suspensivos a los que había que darle salida como fuera.
Espero que te guste, estimado lector. Si, lector, así, en singular, porque de cada dos estrellitas una es tuya y otra mía. Una de las dos es por lástima y la otra por autocompasión, ¡menudo panorama! Pero se agradece, y Si sigues en esta línea prometo darle tu nombre a un personaje... Siempre que no te importe que sea un fiambre, claro.