Reino de fantasía, nada tiene sentido. Pero las cosas cobran sentido si crees en la magia, algo ilógico. La magia no es lógica, pero la hacemos responsable de miles de fenómenos, cuando buscamos la explicación a ellos. 
Siempre hemos soñado con hacer de nuestra vida una fantasía, donde conocer a esa persona especial y donde puedes hacer realidad tus sueños. Deseamos ese final: "Fueron felices y comieron perdices", pero al mismo tiempo no queremos pasar del "Érase una vez". Siempre la misma historia: princesa hermosa y Príncipe azul. Pero nunca nos hemos parado a pensar que pasaría con el lobo feroz, al fin y al cabo, el lobo seguirá siendo el malo, si sólo escuchamos a Caperucita. Él te escucha mejor, te ve mejor y te vigila por el bosque para que no te pierdas y cojas el atajo en lugar del camino largo.
Todas esas historias están en nuestras cabezas, sin importar la edad que tengamos, sin historias como Blancanieves, nos habríamos fiado de desconocidos, o seguiríamos pensando que somos las más hermosas del reino. Tenemos que pararnos a pensar, hay una historia para cada uno, en la que nosotros mismos somos el protagonista. 
Recuerda que la fantasía no es una cosa de niños, porque en cada una de nuestras cabezas tenemos un mundo imaginario, donde poder permitirnos caprichos y donde nunca pasa nada malo. Crecimos con la fantasía y con la imaginación. Sin esas historias, no habría crecido yo.