Mi vida en estos últimos días ha sido una completa montaña rusa. Sin embargo, los sentimientos y emociones vivaces son efímeros, y solo perdura el vacío y la tristeza.
Mi abuela, quién durante muchos años me crío, quizá no con demasiado amor, murió.
Y aunque su partida me duele, siento un alivio de que ya no esté. Y no me mal entiendan, no es por falta de amor, yo amo a mi abuela infinitamente, y aunque ella no me amo de la misma manera, soy feliz de ser su nieta. Y el que yo esté tranquila, es porque ahora, ella lo estará. Fue testigo de muchas cosas, que por desgracia, debido a mi juventud y falta monetaria, no pudo solucionar, pero siempre sincera con mis acciones y sentimientos, así que ahora, al saber que ya no tendrá que soportar intenciones disfrazadas de cariño, que al final solo la hacían sufrir, me llena de calma, aunque ahora se haya desprendido un pedazo más de mi alma.
Lamento informar, que debido a ello, estaré aún más ausente, y nuevamente tardaré en subir la actualización. En cuanto me sienta mejor, volveré, lo prometo.