— Por alguna extraña y loca razón Terminé atrapada contigo en medio de esa tormenta.
— ¿Qué te puedo decir? Yo controlo el clima — dijo posando su brazo sobre mis hombros.
— Ja ja y yo soy un Hada mágica
— Para mí lo eres... — sus ojos se posaron sobre mis labios. Hubo un silencio incómodo.
— No me mires con esa cara — reclamé.
—¿Con cuál cara? ¿Con esta? — señaló con el dedo índice su rostro — Pues es la única que tengo, que yo sepa no me la puedo quitar.
— ¡Leo! A lo que vinimos.
—¡Bueno! ¡Bueno! Está bien. Querido lector que estas justo en este preciso momento frente a la pantalla.
— Queremos invitarte a leer "Atrapada con él" — agregué.
— Ven y descubre como terminé soportando a esta loca por más de seis horas.
— Disculpa, será al revés... ¡Bueno ya! Querido lector corre y averigua cómo terminamos bajo la lluvia y eso es todo, que tengas un lindo día.
— O noche.
— ¿Cómo sea? Y ya vamos que me muero de hambre.
— ¿Y que tienes en mente?
— Pues muchas cosas así que prepara tu billetera porque no pienso comer lechuga con espinacas.
— Lo sabía, ¡Dios que karma estoy pagando!
— Deja el drama y vamos Leo.