Esa no fue una épica lucha que se convirtiera en leyenda, que tuviera lugar en algún libro de historia, o si quiera como un rumor a voces... ese día, no sucedió la culminación de todas las historias de fantasía. Donde el héroe incorruptible, después de una gran travesía logró retar al rey demonio usando su arma y la fe de su equipo... no... ese día, en aquel castillo mancillado por aquellos que se suponía debían ser los héroes de este mundo... cuando el fuego quemaba las pobres casas, y el humo asfixiaba indiscriminadamente a todo aquel que no lograba escapar, ese día, solo presencie la lucha de un hombre destrozado, y de un dios que suplicaba piedad de rodillas...
Mano alta inspiración me llego a estas horas he