Ya releí más de la mitad de Mamá Búho para volver a la esencia de la historia. La chamba está juerte y solo vuelvo a casa para estar con mi novia (es la misma de hace años), jugar con mi amiwos, ver a mis animales y mimir.
Sin embargo, cuándo termine de releer todo Mamá Búho hasta el punto que lo deje, las ideas volverán a surgir. A veces siento que si bien mi día a día está muy cargado, todavía tengo rezagos de inspiración, necesario para poder culminar las historias.
Mucho bla, bla, bla; poca acción. Los veré en unos días para actualizarles del tema. Un abacho.