Si todo pasara por y para algo, entonces sería muy fácil determinar las emociones y limpiar los cúmulos que nos atan a un pasado o a nuestra mente tan incierta. Pero no, creo que el por y para en este caso solo sirven de consolación cuando una situación nos parece inválida o extraordinaria.
No podemos esperar justificaciones a todo lo que pasa en nuestro entorno porque entonces no estamos tomando la total responsabilidad que merece. Lo malo pasa y lo bueno también y aunque lo reprochemos, es nuestro. Quizá no todo tiene una señal y puede que hacemos mal en buscarla y no en afrontar aquello que nos inquieta.