Las mujeres guerreras son fuerte, si, y también son tiernas. Hay misericordia en ellas. Hay vulnerabilidad. De echo, ofrecer tierna vulnerabilidad es algo que sólo puede hacer una mujer increíblemente fuerte, una mujer enraizada en sus valores, que sabe de quien es ella, y por lo tanto sabe quien es ella. Ofrece sabiamente su corazón, vive en la libertad del amor de Dios, invita a otros a descansar, atrae a sus amistades al corazón de Dios, se viste con toda la armadura diariamente y asume una postura firme, estas son algunas de las formas más poderosas en las que una mujer batalla por su mundo.