Hay puntos, momentos en la vida que se nombran "puntos de quiebre", estos pequeños momentos en la vida de todos los seres humanos a los que suelo nombrar así, ¿La razón?, éstos pequeños momentos, tan breves o tan grandes en los que las personas no pueden con lo que cargan en los hombros, ese pequeño momento en el que el peso del mundo cae en los hombros de las personas y se dan cuenta que no todo es color de rosa y que la vida es más cruel de lo que aparenta, ese exquisito punto, en el que todos se sienten miserables, ahogados en un mar de agonía y asquerosidad, el momento en el que por fin se dan cuenta que no son más que un cascarón vacío, una simple pieza remplazable e innecesaria en el mundo, algo tan indispensable como el mero polvo, ese hermoso punto que disfruto tanto, las lágrimas y el dolor austero que te traen esos pequeños puntos, son aquello que te hace decidir entre lo que sientes o lo que necesitas, entre hundirte en ese horrible pozo de desesperación o luchar para ser alguien diferente; alguien con un propósito.
Un día un sabio dijo "Hay dos días importantes en la vida de un hombre, el día e que nace y el día en que descubre para qué....", esto es lo más fascinante que escuchado a mi corta edad, algo que me ha hecho reflexionar acerca de lo que soy, fui, y seré, del camino de donde vengo y a donde quiero ir, porque he descubierto mi propósito, y ahora todos mis días son importantes, porque sé que seré grande, tan grande que las generaciones futuras hablarán de mi durante siglos y siglos y seguiré creciendo aún hasta el fin de la vida como la conocemos, porque para eso nací........