¿Alguna vez han querido algo tanto que lo llegan a odiar? ¿Tanto que llegan a tener miedo de perder el cariño hacia eso? ¿Tanto que llegan a soñar con ello y no quieren despertar?
Todo termina en odio.
Hasta que se pierde el cariño y terminan hiriendo.
El sueño se vuelve pesadilla, las ganas de despertar no dejan dormir.