Jenn

Hola, buenas noches, o buenos días para todes, les invito a quien desee leer lo que estaré escribiendo, necesito motivación porque después de todo siento que perdí todo lo poco que tenía y me hará ilusión que por lo menos una o dos me lea.
          
          De antemano, les agradezco, cuídense.
          
          "No le muestres el mar que llevas dentro a quien no sabe nadar"
          -David Anthons

En una de las últimas conversaciones que tuvimos,  me repetias una y otra vez que puedo reemplazarte tan facil y que alguien ocupe tú lugar,  pero no vez que tú si hiciste eso, me reemplazaste tan fácil, solo por experimentar algo, justificando que era por otra cosa, y nisiquiera imaginando que eso me hacía doler más. 

"Me pregunto si me extrañas tanto como yo te extraño a ti"

Extraño esas viejas conversaciones que teníamos y nunca nos cansaba las recuerdas.

Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tú lado tienes que sufrir, sacrificar tú esencia y hasta rogar... aunque te duela retírate, y no tanto por las cosas que se toman difíciles sino porque; quien no te haga sentir valorado, quien no sea capaz de dar lo mismo que tú, quien no pueda establecer el mismo compromiso, la misma entrega simplemente NO TE MERECE...

"A veces quiero escribirte un mensaje, solo para recordarte que todavía estoy aquí.
          
          Pero entonces recuerdo que tú ya sabes que estoy aquí.
          
          Y simplemente no te importa".

"Y entonces te das cuenta de que el amor de tu vida tiene al amor de su vida. Y no eres tú."

"Te borraría de mi mente, pero a mitad del proceso, vería de uno en uno los recuerdos que tuvimos, todos esos recuerdos que harán que mientras más te quiera olvidar, más querré que te quedes en mi mente, porque ahí es donde perteneces."

La frase "nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde" más bien debería ser: "siempre supiste lo que tenías, pero pensaste que nunca lo perderías"

Todos tenemos un «ojalá>> en nuestras vidas. 
          
          Alguien que pudo ser, y se quedó en la puerta sin entrar. 
          
          Una chispa que no encontró dónde hacerse llama, y que se apagó sin dejar huella. 
          
          Alguien que cuelga de tus recuerdos, y que de vez en cuando provoca que se derrame algún «y si». 
          
          Pero que no fue, ni será.