Les cantaré este corrido a dos hombres que mataron
Sin tenerles compasión, vilmente los torturaron
Y ya muertos con un carro por encima les pasaron
En la colonia El Palmito, la ciudad fue Culiacán
Andaban Francisco López, también Francisco Beltrán
Ellos no se imaginaban que los iban a matar
Francisco López tenía unas cuentas atrazadas
Había matado derecho al que le robó a su amada
Pero Francisco Beltrán, no tenía culpa de nada
Otro día, los encontraron al amanecer el día
Tenían las tripas de fuera y un perro se las comía
Y unos momentos, después, llegaba la policía
Con la banda Sinaloense los fueron a sepultar
Y dos madrecitas lloran, sin poderse consolar
Por sus hijos adorados, que ahorita, en el cielo están
Ya con ésta me despido y les digo en mi cantar
Que las malas compañías nada bueno han de dejar
Lo digo por el corrido, no se les vaya a olvidar