La vida en ocasiones se vuelve tan monótona que no puedo contar los días, tampoco organizarlos de la misma forma de antes. Una parte de crecer y ser estúpidamente joven, pues si la vida me da la oportunidad de llegar a ser una persona lo suficientemente mayor, me estaré riendo de las cosas tontas que escribía.
Una nalgada para tí que estás leyendo esto, no te cabizbajes.