joanpf

Se acabó definitivamente nunca más haré una historia de tristan, es una perdida de tiempo 

Después de una hora en el burdel, con el ambiente ya más tranquilo y la música bajando su intensidad, el Rey Demonio se levantó del taburete con su cerveza en mano, eructó sin pudor, y luego miró a Tristán, que seguía charlando con la cariñosa que había conocido.
          
          —Bueno, weón, ya se acabó la hora... ¡vamos a casa! —dijo con esa voz rasposa de veterano de mil guerras y mil bares.
          
          Tristán lo miró de reojo, un poco decepcionado porque justo empezaba a llevarse bien con la cariñosa, pero sabía que si se quedaba más tiempo, su abuelo empezaría con los gritos o alguna otra locura.
          
          —¿Tan pronto? —preguntó, disimulando la pereza.
          
          —Sí, poh. Mira, ya aprendiste a hablar, a bailar y hasta te soltaste con las minas. Misión cumplida. Mañana hay que levantar paredón, chalán —dijo mientras dejaba unas monedas sobre la barra.
          
          La cariñosa le sonrió a Tristán y le susurró:
          
          —Fue divertido, ojalá te vea por aquí otra vez.
          
          Tristán asintió, medio sonrojado, y siguió al Rey Demonio que ya salía del lugar como si fuera el dueño, saludando a todo el mundo con palmadas en la espalda y frases como “nos vemos, weones” y “cuídense, que los quiero poco”.
          
          Al salir, el Rey Demonio estiró los brazos y soltó un suspiro de satisfacción.
          
          —¿Viste, cabro culiao? Así es como uno se vuelve hombre. No con tutoriales de YouTube ni llorando por una waifu 2D. Con trabajo, cerveza y un poquito de calle.
          
          Tristán rodó los ojos, pero no pudo evitar reírse.
          
          —Ya, ya... lo que tú digas, viejo loco.
          
          Y así, entre bromas y pasos tambaleantes, abuelo y nieto se perdieron por la calle rumbo a casa, dejando atrás una noche rara, pero inolvidable.
          
          

Pepito fue enviado a comprar mortadela porque su mamá lo mamdo, Pero se quedó jugando maquinitas y perdió la plata, y dijo la concha de la madre ahora mi mama me va a sacar la puta, después de esto Pepito se va al cementerio y desentierra a su abuelo y le corta una nalga haciéndola pasar por mortadela y se la da a su mamá quien se hace unas tostadas, en la noche mientras dormía Pepito se despierta y ve el fantasma de su abuelo quien le dice Pepito, Pepito, devuélveme mi culo
          
          

[CASTILLO DE LIONES – COMEDOR – MAÑANA SIGUIENTE]
          
          El sol entra suavemente por los ventanales del castillo. Elizabeth, radiante como siempre, sirve el desayuno. Huevos, pan caliente, jugo de naranja. Meliodas está sentado frente a ella con una cara de absoluto agotamiento, una bolsa de hielo en la cintura y marcas de guerra en la cara.
          
          ELIZABETH (sirviendo con preocupación):
          —Amor… ¿Qué sucedió ayer? Llegaste cojeando, medio chamuscado y diciendo incoherencias sobre cebollas y ruedas giratorias…
          
          MELIODAS (tomando su café lentamente):
          —No pasó nada grave, solo tuve una pelea. Ya sabes, lo clásico…
          
          Hace una pausa. Mira al otro extremo de la mesa.
          
          El Rey Demonio está sentado en una silla de ruedas, vendado como momia, con un tubo de respiración. No puede hablar. Solo lo mira con los ojos llenos de trauma.
          
          MELIODAS (con tono serio, mirando a Elizabeth):
          —…Tuve suerte.
          
          Bebe un sorbo más de café. Luego dice con calma…
          
          MELIODAS:
          —El viejo no corrió con la misma suerte… terminó con la espada de Mahoraga en el recto.
          
          Silencio. Elizabeth deja caer el cuchillo.
          
          ELIZABETH (parpadeando):
          —¿La espada? ¿En el…?
          
          MELIODAS (asintiendo con pesar):
          —Sí. Completamente insertada. Fue como ver a Excalibur encontrar su roca... pero al revés.
          
          El Rey Demonio intenta protestar, pero solo se escucha un quejido suave tipo “mmmhhghh…” y se desmaya lentamente, volcando la silla de ruedas.
          
          ELIZABETH (cubriéndose la boca, horrorizada):
          —¡Dios santo! ¿Y eso por qué?
          
          MELIODAS (mirando por la ventana con mirada nostálgica):
          —Porque dijo que solo le dio una palmada al niño...
          …y el niño invocó la ira de los cielos.

          El niño sigue en el suelo tras la "palmadita suave" del Rey Demonio. De repente, se sienta de rodillas, la mirada perdida, y un relámpago truena en el cielo despejado. La feria se silencia. Todos miran.
          
          NIÑO (gruñendo):
          —Ufff… grrr… ufff… ggrrrr…
          
          MELIODAS (mirándolo raro):
          —Jajaja… se cree Naruto. Está aumentando el ki, ¡típico fan de Konoha!
          
          Pero el suelo empieza a temblar. Una marca negra gira en el ojo del niño. Entonces grita con furia demoníaca y voz profunda:
          
          NIÑO:
          —¡AHHHHHHH! ¡MAHORAGAAAAAAA!
          
          Una explosión de sombras gira a su alrededor como un torbellino. Del cielo cae un portal de energía maldita y de él emerge…
          
          EL GENERAL DIVINO MAHORAGA.
          Una bestia colosal, con anillos giratorios, piel como obsidiana, y una espada más grande que el castillo de Liones.
          
          REY DEMONIO (retrocediendo):
          —¡¿Qué chucha invocó este cabro chico?!
          —¡Esa wea no es de este universo!
          
          MELIODAS (boquiabierto):
          —¡Es Mahoraga! ¡¿Cómo un pendejo en la feria invoca una entidad de exorcismo adaptativa?!
          —¿Qué chucha vio este niño en el tablet?
          
          Mahoraga ruge. Todo el mercado se destruye en segundos. Las cebollas vuelan por el aire como proyectiles mágicos. Hawk aparece volando, gritando "¡Ese no es mi problema!" y desaparece.
          
          REY DEMONIO (en guardia):
          —Meliodas… si morimos, quiero que sepas algo…
          
          MELIODAS:
          —¿Qué?
          
          REY DEMONIO:
          —La culpa es tuya por dejar que los niños vean anime con poderes malditos sin supervisión.
          
          Meliodas se transforma en su modo demoníaco, el Rey Demonio recupera su forma completa. Ambos se lanzan juntos contra Mahoraga… pero este adapta todos sus ataques al instante.
          
          NIÑO (flotando ahora):
          —¡En la era de TikTok, no hay reglas, viejos rancios!

Zeldris no va a estar contento. O es un what if?

Como haces las imágenes ia

Qué pasó con tu historia de Kimetsu reaccionando?

Bueno fue un gusto conocerte

Informo que lo de abajo es una votación, lo que tenga más voto servirá para la base de una historia