Ella estaba cansada de que todos la observaran, como un objeto el cual podían usar, y luego desechar como si nada, de que jugaran con sus sentimientos como si no importaran; solo quería a alguien que llegara hasta su corazón y lo valorara, pero ninguno de su piel pasaba, ella estaba sola, triste y vacía, confundida en un mundo de plástico, donde lastimosamente a nadie le interesa los valores que se llevan por dentro, porque lo superficial va primero... Quien sabe donde se encuentra ahora, tal vez en un lugar mejor, tal vez voló a donde nadie la pueda alcanzar, lo único que se sabe es que ya nadie la puede lastimar.