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Oh no. La maldita pregunta. Tanto hablar de los misterios de las pirámides, las intrigantes piedras de la Isla de Pascua o las investigaciones sin solución de Sherlock Holmes es fascinante. Pero para mí, describirme será siempre lo más difícil.
No creo que sea la única persona a la que le pasa esto. Es algo común. Quedarse helada con el "Cuéntame algo sobre ti" o el "Dime que tal te va la vida". El instinto imparable de correr lejos y huir es el que responde. Cuando intentas contestar se te olvidan los hechos, aspectos y hasta tu propio carácter. Cuando te piden que te describas en una redacción de 100 palabras se te cae el mundo encima. Y si te piden a ti en tres palabras se te olvida el abecedario.
¿Es normal que prefiera inventarme un nuevo mundo desde cero a explicarte porque mi color favorito es el verde? ¿Es corriente que prefiera correr 5 km sin parar antes que decir mis miedos y deseos? Me agobia, no hay otra palabra.
Es como meter a ciegas la mano en un bolsa sabiendo que debería haber algo dentro pero sin llegar a tocarlo.
Soy como una tarta que en cada mordisco sabe diferente. Soy un torbellino que gira hasta que pierde el norte y a sí misma. Soy un tornado que se traga y escupe objetos tan rápido que no hay manera humana de saber a ciencia cierta que hay en mi interior.
Me gustaría que hubiera alguien idéntico a mí para preguntarle esa misma pregunta. De esa manera aprendería la respuesta, porque de momento no la sé.
Soy un ente desconocido para mí misma. Impredecible, algo loca y llena de algo que llaman ganas. También muy triste, y muy feliz. Todo a la vez. 
Pero por favor, no me pidáis que me de prisa. Aún estoy decidiendo si me caigo bien o no.


Esta es una obra mía y no está permitido copiarla.
"Be your own hero"
"It's only forever. Not long at all"