¡Dios mío, lo sé! Soy la peor. Seis años para terminar un libro que no creo que sea una obra de arte, sino más bien un desahogo de mi yo de 15 años. Siempre procrastinando… Pero, al fin, logré levantarme, reconectar con esa adolescente escritora que creía perdida, y pude terminar esta historia sin morir de vergüenza.
En serio, seis años… Y todavía no he superado Wattpad. Ya terminé la universidad, estoy ejerciendo mi profesión, y ahora, aquí estoy, volviendo para terminar el libro que comencé cuando tenía 15, con el lóbulo prefrontal menos desarrollado que mis senos en ese entonces.
Quizás muchas ya no estén aquí, quizás hayan crecido, cambiado, y vivido miles de cosas, pero espero que sus vidas hayan sido más fáciles que las de Artemisa, jaja. Y que estén brillando en todo lo que decidieron hacer. Pero hoy, mientras termino esto, siento que es mi manera de sanar a esa versión joven de mí misma, de hacerle justicia, de abrazar esa parte que siempre soñó con este momento. Y ha sido tan sanador poder reconectar con ella en este espacio.
A ti, lectora que tal vez ya no tengas Wattpad, que un día decidiste cerrar esa cuenta para escribir tu propia historia, con tú como protagonista, te abrazo con cariño y te recuerdo con aprecio. El viaje que compartimos en este rincón de la web sigue vivo en mi corazón. Y espero que algún día puedas regresar aquí, terminar Artemis de Sirona y, al abrir el libro, recordar esos momentos tan mágicos que compartimos.
Para las que aún están aquí, gracias por nunca dejar de creer en la magia de leer. Porque nosotras, las escritoras, nunca dejamos de creer en ustedes. Este es el final de Artemis de Sirona (solo me faltan cuatro capítulos por subir). Gracias por estar, por ser parte de este viaje, y definitivamente, gracias por darme el regalo de su tiempo.
Con todo mi amor,
mi yo de 15 años
