Y llore... llore como hace mucho no lo hacia, hasta llegue a pensar que me había quedado sin lágrimas, que ya no volvería a llorar jamás, pero El hizo que mi corazón se estremeciera de nuevo, podía escuchar como mi corazón se rompía en mil pedazos; pero con la diferencia que esta vez fui yo la culpable, yo le prometí cosas que no podía cumplir, como amarme a mi misma por ejemplo.