¡Hola a todas esas personas que se hallan pegadas a la pantalla como abejas a la miel!
Por si acaso habíais olvidado que existía, sí, sigo viva. Sé que he estado un poco ausente estas últimas largas semanas, sin embargo tengo un motivo. No sé si es bueno o malo, pero lo tengo. En primer lugar es por los estudios; no sé si os ha pasado, pero para mí es imposible tener creatividad cuando mis profesores me mandan trabajos y exámenes de doce páginas a mansalva cada dos por tres... ¡No puedo! En segundo: he estado un poco ocupada en casa a causa de una repentina mudanza... ¡Esta chica al fin se va a la ciudad! Aunque he de reconocer que echaré de menos la tranquilidad y frescura de la atmósfera rural en la que he vivido. Y desde luego que echaré de menos mi piscina (aquella en la que me metía una dos veces durante todo el verano); esa preciosidad nos ha dado muy buenos ratos...
Me va a resultar un poco arduo habituarme a la ciudad, lo reconozco, así que por favor os pido un poco de paciencia hasta que vuelva a actualizar. Todo es un poco nuevo para mí. No obstante, tengo también noticias que espero que os sean gratificantes.
Desde principios de este año he estado trabajando en cinco proyectos que ya poco a poco están viendo la luz. Me estoy tomando todo el tiempo del mundo, toda la calma y el respiro para perfeccionar cada uno de sus fallos, puesto que no deseo que os sangren los ojos a la primera falta. Estoy realmente orgullosa de estas cinco nuevas obras, y me encantaría que a vosotros os guste tanto como a mí, empero aún no pretendo publicarlo en Wattpad. No hasta que sea del todo aceptable. Sí, lo sé, le estoy dedicando más importancia de la que tiene. Podéis llamarme quisquillona, repipi o tiquismiquis; no os lo voy a negar.
Bueno, creo que esto sería todo lo que quería informar. Espero que paséis un buen domingo, y también espero volver a veros pronto.
¡Un saludo pandicorniano!