Escribo como quien observa la noche desde adentro, desde las sombras que inquietan y acechan. Mis relatos nacen entre el susurro de lo que no se dice, lo que duele en silencio, lo que resiste al olvido y a la muerte. A veces riman, a veces sangran, pero siempre llevan algo de belleza... de esa belleza desgarradora y humana.

Habito los límites entre lo real y lo intangible. Me atraen las grietas emocionales, los silencios con peso, el arte que conmueve sin necesidad de luz o brillo.
Este espacio es mi refugio, mi altar y mi espejo.
¿Te atreverías a ver en mis adentros?