Buen día.
Oye, no sé si vayas a ver los mensajes, pero creo que, te ayudará.
Cuando inicié con lo de escribir, fue más como si fuera un juego para mí (tenía como unos 18, 19 años, ya no me acuerdo) ayudaba a mi mamá en una cafetería que ella hizo. Durante los ratos libres, me ponía a leer, en mi celular, la colección de fantasia "El Anillo del Hechicero" saga que me dejó obsesionado. Un día, sentí un peculiar click y, usando una libreta (no sé cómo se le dice por tu casa) comencé mi propia historia de fantasía épica. Era una emoción muy diferente lo que despertó mientras plasmaba lo que aparecía en mi cabeza. Cuando la cafetería cerró, reescribí la historia a mi computadora, siendo mejor que cuando lo hice en papel. Estuve como 2 semanas en ese proyecto, describiendo escenarios, sentimientos y, por supuesto, los combates. Me sentía realizado por lo que escribía, felíz, de hecho. Un día, me pasó algo que provocó un agujero en mi pecho: perdí el archivo. Busqué en todas las carpetas posibles para saber dónde lo dejé; incluso en la papelera de reciclaje por si acaso estaba ahí, pero nada. Sentí, con toda claridad, el cómo me rompí por dentro, el cómo mi energía se desplomó. Desde ese momento, no podía siquiera mirar mi computadora sin recordar que perdí todo lo que escribí de esa fantasía. Pasé días sin escribir (la cantidad exacta, no lo recuerdo) solo hundiéndome en mi celular y videojuegos. Un día, sentí ese click de nuevo, recordé lo feliz que me sentí al escribir una historia, todos los escenarios, sentimientos, diálogos y batallas llegaron a mi mente otra vez. Con ello, me senté y comencé de nuevo, con una sonrisa en mi rostro.
Comprendo lo que estás pasando, pero creeme cuando digo que, te levantarás, que aquel sentimiento decaído es pasajero, como el guerrero que continúa peleando, pese a los altibajos y dificultades.
Me gustaría ver tus historias otra vez, leer el cómo funciona tu forma de escribir.
Tenga un buen día.